Hacia finales del siglo XVIII nace una cinofilia mucho más organizada, concretamente en Inglaterra, en donde los granjeros llevaban a las plazas de mercado a sus ganados, principalmente ovejas y vacas, para ser vendidos, muchos de estos llevaban a sus perros para que les ayudaran con el manejo de sus ganados; con el tiempo, hubo interés de parte de esos granjeros en los perros de otros ganaderos, naciendo entonces la comercialización de ejemplares caninos, la que con el tiempo, llevó a las exposiciones o shows organizados para poder mostrar los atributos de los ejemplares criados dando origen al primer club canino del mundo, el club canino inglés establecido en 1873. En estos concursos los propietarios y sus perros se someterían a unas reglas previamente establecidas, y mediante puntos, se seleccionaba al ganador, y cuyo fin era obtener el reconocimiento y la fama, objetivo que hasta el día de hoy se sigue cumpliendo en todos las exhibiciones del mundo canino.